¡Unidos, somos imparables! ¡Avancemos con pasión, energía y determinación! ¡La Mesa de Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil Rural está lista para hacer historia!

¡Viva la juventud rural!

¡Viva la transformación!

¿Qué es la MEEJR?

Somos la Mesa de Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil Rural (MEEJR), un ecosistema líder de organizaciones y emprendimientos que representa a la juventud rural campesina, étnica y diversa de Colombia. Estamos comprometidos con la equidad, inclusión y sostenibilidad, con el fin de incidir en políticas públicas que valoren el potencial de las juventudes rurales.

La Secretaría Técnica, conformada por cinco organizaciones, tiene el papel de liderar y coordinar las actividades administrativas y de gestión. Además, fomenta alianzas estratégicas, garantiza el cumplimiento de compromisos y establece una comunicación fluida y efectiva entre los distintos actores y aliados involucrados con la Mesa.

La MEEJR cuenta con seis líneas estratégicas de trabajo: 1. Empleabilidad, 2. Emprendimiento, 3. Participación, 4. Educación, 5.Ambiente y juventud rural, y 6. Paz y territorio. Además, dos líneas transversales, 1. Género y Diversidad, así como 2. Comunicaciones. Guiadas por dinamizadores, estas líneas permiten abordar de manera efectiva los desafíos actuales que enfrentan las juventudes rurales en sus territorios.

Secretaría Técnica: Liderada por cinco organizaciones.

Equipo de Dinamizadores: Encargado de movilizar las líneas estratégicas.

Líneas Estratégicas:

Líneas Transversales:

Manifiesto de La Mesa de Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil Rural

¡Un llamado a la acción!

Desde la Mesa de Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil Rural (MEEJR), alzamos nuestras voces con orgullo y determinación. Somos un grupo diverso de líderes y lideresas provenientes de diferentes comunidades rurales: campesinos, indígenas, afrodescendientes raizales, palenqueras, pescadores, artesanos, neorrurales, LGBTIQ+ entre otras. Representamos la fuerza y el potencial de la juventud rural de nuestro país.

Durante estos años de trabajo conjunto, hemos logrado unir fuerzas y construir puentes entre organizaciones juveniles; el sector público; privado; ONG’s; organizaciones de base; sociedad civil y universidades. Hemos creado un espacio donde el diálogo florece, donde las propuestas se cohesionan y donde vislumbramos un desarrollo rural sostenible y sustentable.

En cada encuentro, hemos sido testigos del poder de las juventudes rurales. Hemos escuchado historias inspiradoras de valentía y resiliencia. Hemos presenciado la creatividad y la innovación que emana de nuestras comunidades. En nuestras conversaciones con las comunidades jóvenes, hemos identificado alrededor de 900 emprendimientos que brotan de las organizaciones que conforman esta Mesa. Somos la voz de la juventud rural, de aquellos jóvenes que están comprometidos con la construcción de un futuro de paz y dignidad en nuestras regiones, territorios y comunidades.

Hoy, elevamos nuestro compromiso al siguiente nivel. Nos declaramos dinamizadores territoriales, dispuestos a romper barreras y superar obstáculos. Estamos aquí para desafiar las limitaciones dispuestas e Impuestas en el territorio, el abandono institucional, la falta de recursos y profundizando desigualdades sociales. Nos negamos a aceptar la marginalización y la falta de oportunidades que históricamente han afectado a nuestras comunidades rurales.

Exigimos a las autoridades, a los actores gubernamentales y a la sociedad en general, que se reconozca y valore el potencial de las juventudes rurales. Necesitamos políticas y programas específicos que promuevan el emprendimiento y la empleabilidad en nuestras comunidades. Necesitamos acceso a recursos financieros, capacitación y apoyo técnico para convertir nuestras ideas en proyectos exitosos.

Hacemos un llamado a nuestros compañeros y compañeras de todas las organizaciones juveniles a unirse a esta lucha. El camino no será fácil, pero juntos podemos lograrlo. Tenemos la pasión, la energía y la determinación necesaria para transformar nuestras realidades. Es hora de alzar nuestras voces, de hacer valer nuestros derechos y de construir un futuro próspero para todos.

¡Adelante, juventudes rurales! Unámonos en esta misión de transformación y superaremos juntos todos los desafíos que se nos presenten.

Levantémonos con valentía y coraje, con la convicción de que nuestro trabajo es vital para el desarrollo de nuestras comunidades. Rechacemos la resignación y la apatía, y abracemos la esperanza y la determinación.